Sentencia Maduro Board of the BCV vs. Guaido Board of the BCV, UK Royal Courts of Justice

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Sentencia Maduro Board of the BCV vs. Guaido Board of the BCV, UK Royal Courts of Justice

Algunos extractos de la Sentencia #Maduro Board of the BCV vs. #Guaido Board of the #BCV, #UK Royal Courts of Justice, 5 October 2020:

 

Claramente, cuando el Secretario de Relaciones Exteriores en el presente caso declaró que el Gobierno de Su Majestad "ahora reconoce a Juan Guaidó como el Presidente interino constitucional de Venezuela", no estaba diciendo que el Sr. Guaidó estaba ejerciendo un control efectivo sobre el territorio de Venezuela y que ese control estaba firmemente establecido. Leer estas palabras en ese sentido sería inconsistente con el resto de la declaración, protestando como lo hace sobre la continua opresión del pueblo venezolano por "el régimen ilegítimo cleptócrata de Maduro". Por consiguiente, la declaración no puede interpretarse como un reconocimiento el Sr. Guaidó como Presidente de jure en el sentido de Oppenheim, para no dejar lugar a la posibilidad de seguir reconociendo al Sr. Maduro como Presidente de facto.

 

El Derecho Internacional de Oppenheim establece en el párrafo 46:

 

"Los Estados que conceden el reconocimiento distinguen a menudo entre de jure reconocimiento y reconocimiento de facto. Estos términos son convenientes pero elíptico: los términos de jure o de facto califican al estado o gobierno reconocido en lugar del acto de reconocimiento en sí.

 

En este contexto, estos términos probablemente no son capaces de un análisis literal, en particular en lo que respecta a los ius a los que el reconocimiento de jure se refiere. La distinción entre de jure y de facto el reconocimiento es en esencia que el primero es el tipo más completo de reconocimiento, mientras que el último es un grado menor de reconocimiento, teniendo en cuenta de manera provisional las realidades actuales. Así, el reconocimiento de facto tiene lugar cuando, en opinión del Estado reconocido, la nueva autoridad, aunque en realidad independiente y con poder efectivo en el territorio bajo su control, no ha adquirido la suficiente estabilidad o todavía no ofrecen perspectivas de cumplir con otros requisitos de reconocimiento".

 

Es evidente que para describir el reconocimiento de la soberanía de jure como "el más completo reconocimiento que puede darse" debe utilizase el término en el sentido de Oppenheim (de hecho, este que se repite en el lenguaje de Oppenheim. De manera similar, la declaración de Lord Hodson en el 925C-D, que cuando la URSS fue reconocida como teniendo soberanía de jure, no había lugar para ningún otro reconocimiento de facto, debe ser entendido como usando de estos términos en el sentido de Oppenheim. Sin embargo, en estos dictámenes no se duda del hecho de que, cuando estos términos se usan en el sentido de Lutero contra Sagor, es perfectamente posible que el HMG reconozca a una persona de jure y a otra de facto, como el propio Lord Reid contempló en Gdynia Amerika Line v Boguslawski.

 

Traducción realizada por Deepl. de estos extractos:

 

Plainly, when the Foreign Secretary in the present case stated that HMG “now recognises Juan Guaidó as the constitutional interim President of Venezuela”, he was not saying that Mr Guaidó was exercising effective control over the territory of Venezuela and that such control was firmly established. To read these words in that way would be inconsistent with the remainder of the statement, protesting as it does about the continuing oppression of the Venezuelan people by “the illegitimate, kleptocratic Maduro regime”. Accordingly the statement cannot be read as recognising Mr Guaidó as President de jure in the Oppenheim sense, so as to leave no room for the possibility of continuing to recognise Mr Maduro as President de facto.

 

Oppenheim’s International Law at paragraph 46:

“States granting recognition often distinguish between de jure recognition and de facto recognition. These terms are convenient but elliptical: the terms de jure or de facto qualify the state or government recognised rather than the act of recognition itself.

 

Those terms are in this context probably not capable of literal analysis, particularly in terms of the ius to which recognition de jure refers. The distinction between de jure and de facto recognition is in essence that the former is the fullest kind of recognition while the latter is a lesser degree of recognition, taking account on a provisional basis of present realities. Thus de facto recognition takes place when, in the view of the recognising state, the new authority, although actually independent and wielding effective power in the territory under its control, has not acquired sufficient stability or does not as yet offer prospects of complying with other requirements of recognition.”

 

It is apparent that to describe recognition of de jure sovereignty as “the fullest recognition which can be given” is to use the term in the Oppenheim sense (indeed, this phrase echoes the language of Oppenheim set out at [80] above). Similarly Lord Hodson’s statement at 925C-D, that when the U.S.S.R. was recognised as having de jure sovereignty, there was no room for any other de facto recognition, must be understood as using these terms in the Oppenheim sense. However, these dicta cast no doubt on the fact that, when these terms are used in the Luther v Sagor sense, it is perfectly possible for HMG to recognise one person de jure and another de facto, as Lord Reid himself contemplated in Gdynia Amerika Line v Boguslawski.

 

Sentencia: https://www.judiciary.uk/wp-content/uploads/2020/10/Maduro-Board-v-Guaido-Board-judgment.pdf